Enviaron una delegación compuesta por Marcelo Ahuad, Rodrigo Sosa y Martín Iovelli. En Bahía Blanca, ya se encontraba Enrique Pared, segundo jefe del cuartel cardalense.
En un nuevo gesto de compromiso y solidaridad, un grupo de Bomberos Voluntarios de Los Cardales partió en las últimas horas hacia Bahía Blanca con el objetivo de colaborar en las labores de limpieza y desagote de pozos y garajes subterráneos. La ciudad fue duramente golpeada por un temporal el pasado viernes, dejando a cientos de familias afectadas y generando serios daños en la infraestructura urbana.
Desde hace días, efectivos de distintos distritos trabajan en la zona para asistir a los damnificados y restaurar el normal funcionamiento de la ciudad. En este contexto, el cuartel cardalense se sumó al operativo enviando una delegación compuesta por el comandante mayor Marcelo Ahuad, el oficial auxiliar de dotación Rodrigo Sosa y el ayudante principal Martín Iovelli.
La partida de los bomberos locales se produjo a las 22:20 del martes. Viajaron a bordo del móvil 10, una unidad equipada con todo lo necesario para realizar tareas de rescate y limpieza. Entre los elementos transportados se incluyen una motobomba, dos tramos de línea, dos cepillos, dos palas anchas, una motosierra, tres chalecos y una mochila a explosión para realizar desinfección en las zonas más críticas.
En Bahía Blanca, ya se encontraba el comandante general Enrique Pared, segundo jefe del cuartel cardalense y actual director de Operaciones de Bomberos de la Provincia de Buenos Aires, quien coordinó la llegada de los refuerzos y distribuyó las tareas en la zona afectada.
El operativo provincial ha movilizado a más de 300 bomberos de distintos puntos de la provincia, quienes se relevan constantemente para garantizar que los trabajos no se detengan. Muchos de los efectivos en el lugar llevan más de 48 horas corridas trabajando en condiciones extremadamente adversas.
Las principales tareas que llevarán adelante los bomberos de Los Cardales incluyen el desagote de pozos y garajes subterráneos anegados, así como la limpieza de calles y viviendas afectadas. Son labores complejas y de gran esfuerzo físico, pero esenciales para permitir que la ciudad comience a recuperar la normalidad.
La solidaridad de los bomberos voluntarios es una vez más un reflejo del compromiso con la comunidad y el espíritu de ayuda que los caracteriza. Desde Exaltación de la Cruz, su accionar es motivo de orgullo y gratitud, demostrando que, en momentos de crisis, la colaboración y el trabajo en equipo pueden marcar la diferencia para quienes más lo necesitan.