Luego de años de intentos por erradicar los basurales a cielo abierto en la colectora de la Ruta 8, el Municipio decidió aplicar fuertes sanciones económicas a los infractores. Buscan frenar el impacto ambiental y sanitario generado por la acumulación de residuos.
Durante años, la colectora de la Ruta 8 se convirtió en un verdadero basural a cielo abierto. Desechos de poda, escombros, electrodomésticos en desuso, muebles viejos e incluso animales muertos eran arrojados a diario, generando un foco de infección y un serio problema ambiental. A pesar de los esfuerzos del Municipio por erradicar la acumulación de residuos, la irresponsabilidad de algunos vecinos y empresas continuaba agravando la situación.
Para frenar esta problemática, el Municipio ha decidido avanzar con la aplicación de multas a quienes sean sorprendidos arrojando basura en la vía pública. Las sanciones económicas oscilan entre los 100 mil y 200 mil pesos, dependiendo de la gravedad de la infracción y de la reincidencia. En el caso de camiones y camionetas que hayan sido detectados ingresando en reiteradas oportunidades para desechar residuos, las multas se aplicaron por cada ocasión en la que fueron captados.
A lo largo de los años, el Municipio intentó diversas estrategias para controlar la acumulación de basura en la colectora. Se dispuso la recolección de residuos hasta tres veces por día, se utilizaron chipeadoras para procesar la poda y se llevaron a cabo reuniones con parqueros y vecinos para concientizar sobre el impacto ambiental y sanitario del problema. Sin embargo, ninguno de estos esfuerzos fue suficiente para erradicar el problema.
Tras agotar todas las instancias de concientización y operativos de limpieza, las autoridades decidieron reforzar los controles con la presencia de inspectores municipales que patrullan la zona e identifican a los infractores. En un primer aviso, se notificó a quienes fueron captados arrojando basura de manera indebida, advirtiéndoles sobre la inminente aplicación de multas.
Con el problema persistente, los funcionarios comenzaron a aplicar sanciones económicas, marcando un punto de inflexión en la lucha contra los basurales ilegales. El Municipio destacó que estas medidas no buscan solo penalizar, sino también generar un cambio de conciencia en la comunidad.
Las multas aplicadas ya han generado un efecto disuasivo, reduciendo considerablemente la cantidad de residuos arrojados en la colectora. Sin embargo, las autoridades aseguraron que los controles se mantendrán activos y que continuarán sancionando a quienes incumplan con las normativas ambientales.