Desde hace tiempo, viene expresando su preocupación por la realización de fiestas clandestinas, sobre todo entre diciembre y enero, en una quinta que ya acumula múltiples denuncias.
La calma habitual de El Remanso se vio alterada, entre diciembre y enero, por múltiples fiestas electrónicas con cientos de asistentes que se organizan en una quinta del barrio. Vecinos se unieron para denunciar la situación y exigir respuestas, ante la falta de cumplimiento de ordenanzas y sanciones que, aseguran, no se efectivizan.
Uno de los vecinos más activos en el reclamo es Marcelo Vaquero, quien días atrás brindó declaraciones en el programa “Tomalo con Calma” de FM Studio. Allí relató el recorrido realizado por los vecinos para frenar las fiestas, y cómo, a pesar de contar con actas por exceso de volumen, notificaciones y hasta multas impuestas, la situación continúa sin cambios.
“El detalle importante es que los dueños de la quinta que yo denuncio, en la que hay un montón de actas labradas por el Centro de Apoyo Vecinal por exceso de volumen, fue citado por el Tribunal de Faltas, en la que en ninguna de las citaciones se presentó. Esto conlleva que, además de violar la ordenanza municipal con respecto a los decibeles, una multa de 150 mil pesos por no presentarse”, afirmó Vaquero.
Sin embargo, según explicó, la multa quedó sin efecto práctico: “Esto quedó en la nada porque él no se presenta, pero tampoco lo van a buscar, por lo que los vecinos nos preguntamos: ¿violas las leyes, no te presentas al tribunal y no pasa nada? Esta persona nos dijo ‘hagan todas las denuncias que a mí nunca me van a poder tocar’, y fue la verdad. La ordenanza dice que si hay una infracción se procede al desalojo, clausura y la multa para el inquilino y propietario”.
En medio de la preocupación, Vaquero destacó que el delegado municipal Adolfo Charrato se involucró en el tema, aunque reconoció que las herramientas disponibles no han alcanzado para resolver el conflicto. “Debo destacar que Adolfo Charrato se ocupó bastante del tema y me dijo que le fueron a entregar en manos al dueño una notificación en donde remarcaba que, en caso de querer hacer una fiesta, deberá pedir autorización en la Municipalidad, sino estará directamente en infracción”, explicó.
El punto más crítico para los vecinos es que estas fiestas electrónicas no solo exceden los límites permitidos de volumen, sino que además congregan a más de 300 personas, generando preocupación por la seguridad, el control del ingreso y el cumplimiento de normativas.
“Las fiestas electrónicas que hacen, con más de 300 personas, no son gratuitas, alguien mira para el costado”, advirtió Vaquero, y agregó: “Yo tengo una frase que es ‘donde hay guita, no hay grieta’. Si a los vecinos nos resuelven el problema de las fiestas clandestinas uno u otro, a nosotros nos da lo mismo, no nos interesan los nombres porque acá nadie está haciendo política”.
Finalmente, apuntó contra la falta de acción de una de las instituciones más representativas del barrio. “Me preocupa que, un organismo representativo de los vecinos como la Sociedad de Fomento, no tome medidas en el asunto”, concluyó.