El profesor del Club Raver se refirió al regreso de la actividad en territorio bonaerense y a las medidas preventivas. También dio a conocer la actualidad de la escuela y los objetivos que se plantean a futuro.
Hace un par de semanas comunicábamos la noticia de la vuelta de algunas actividades deportivas dentro del ámbito de la provincia de Buenos Aires, entre las cuales se encuentra el tenis. Es por este motivo que desde El Lugareño dialogamos con el profesor a cargo de la disciplina en el Club Ingeniero Raver, Sergio Roldán, para que nos cuente mayores detalles acerca de cómo ha sido la vuelta a las prácticas en la institución.
“Los primeros días que se habilitó el tenis en CABA empezaron los llamados y mensajes preguntando cuando volvía el tenis en nuestro partido, fueron muchos días de encierro y la gente quería hacer alguna actividad al aire libre y como el tenis es una de las pocas actividades que habilitaron se volcaron hacia nuestro deporte”, comenzó relatando.
“Fue necesario el regreso del tenis para todos los profes que hacía más de cinco meses que no tenían un ingreso, en cuanto a la gente necesita descargar tensiones y hacer alguna actividad física”, agregó en referencia a la importancia que tuvo este regreso.
Un tema importante, teniendo en cuenta este período de pandemia, son las medidas preventivas que llevan a cabo en cada uno de los entrenamientos para evitar la propagación de la enfermedad. “Sólo está permitido el formato single, con la intención de que cada jugador ingrese a la cancha cumpliendo el distanciamiento correspondiente y con la recomendación de realizar peloteos desde el fondo de la cancha, evitando aproximarse a la red y los cambios de lado”, comentó.
“El protocolo contempla las clases con profesor e incluso clases grupales con un máximo de dos alumnos: cada uno deberá entrar por un lado y estar en extremos opuestos de la cancha. El profesor utilizará la referencia de 6 a 8 metros de distancia con respecto a sus alumnos. Se recomienda utilizar pocas pelotas y que todos los ejercicios se realicen de manera individual y evitando en su mayoría los trabajos cercanos a la red. También se recomienda reemplazar el habitual choque de manos como saludo entre los jugadores por un choque de raquetas”, añadió en alusión a los aspectos que se encuentran reglamentados como medidas sanitarias.
Sergio también se tomó un momento para describir la actualidad por la que atraviesa la disciplina en el club. “Las escuelas representan en la mayoría de los clubes el principal elemento dinamizador de la actividad deportiva. De la escuela del club, dedicado principalmente a los jóvenes con posibilidades de competición, se ha evolucionado a escuelas de tenis más abiertas donde tengan posibilidad no sólo los jóvenes con talento sino también los que busquen una clara vertiente recreativa sin importar la edad en la que se encuentren ni el nivel de juego”, expresó.
Otro asunto al que aludió es a las metas que se plantean de cara al futuro. “Nuestro deporte no es fácil y debemos lograr que los niños sientan que están jugando al tenis, para eso se hacen juegos donde todos pueden golpear la pelota. Nuestro objetivo es que los chicos la pasen bien, se diviertan y que aprendan un deporte que lo podés practicar toda la vida”, concluyó.
Las clases en el club antes de la pandemia estaban divididas en los siguientes grupos: niños de 5 a 8 años (Escuelita), niños de 9 a 12 años (Escuela), Adolescentes de 13 a 16 (Escuela) o Entrenamiento. Todas las actividades son de modo recreativo ya que no participan de Torneos Interclubes.
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