Así lo manifestó el presidente del Consejo Escolar de Exaltación de la Cruz al realizar un balance sobre el año de trabajo. Se refirió a los impedimentos por la pandemia, las gestiones y los trabajos en conjunto con la Comuna e instituciones.
El 2020 ha planteado grandes desafíos, y para dar cuenta de ello, se puede tomar el ejemplo de lo que ha vivido la comunidad educativa. Las clases presenciales fueron uno de los grandes ausentes durante el año, y todos los que rodean la escuela han debido adaptarse a los tiempos que corren.
Así lo aseguran también desde el Consejo Escolar de Exaltación de la Cruz, donde su presidente Patricio Diez, en diálogo con El Lugareño, sostuvo: “Arrancamos con los chicos en la escuela y terminamos con los chicos fuera de ella, en un mundo al que nos tenemos que aggiornar, con muchas cuestiones virtuales y aulas cerradas”.
En tanto, al referirse al balance de este año atípico, explicó que “arrancamos con lo que fue un gran logro, y tiene que ver con el análisis del agua de las escuelas por la Universidad Nacional de Luján. Fue satisfactorio tener a un ente nacional trabajando en conjunto con el Consejo Escolar, pero cuando comenzó la pandemia la universidad cerró los laboratorios. De todas maneras, hablamos con la encargada de la Dirección de Bromatología de la Municipalidad, Julieta Serna, a quien hay que agradecer porque vamos a comenzar a analizar las aguas a partir del año que viene con ellos, luego de la limpieza de los tanques. Además, también nos ayudan con el tema de la desratización y demás”.
Luego, ya en plena pandemia, señaló que fue tiempo de comenzar con el trabajo para la entrega de bolsones de alimentos. “Se cambió todo un sistema de trabajo que uno venía teniendo en los comedores, porque de tener comida en un plato en la escuela, tuvimos que preparar bolsones para repartir entre los alumnos”, dijo.
Y explicó: “Al principio había excedentes, pero a medida que fue avanzando la cuarentena, los excedentes fueron cada vez menores, hasta que se hizo un trabajo en conjunto con el Municipio y el área de Desarrollo Social, donde los bolsones que hoy faltan los están poniendo ellos”.
En ese punto, también destacó otra gestión lograda desde el Consejo, que tiene que ver con que “logramos que el proveedor de bolsones arme una logística para poder entregarlos escuela por escuela, y no como se quería en algún momento en un solo edificio y que las escuelas vayan a buscar ahí. Eso nos parecía riesgoso, así que se consiguió este proveedor y se trabajó con la gente de Tránsito para que se haga el reparto por cada escuela, evitando una mayor circulación de gente cuando estábamos en el peor momento de la pandemia”.
Finalmente, Diez habló de las obras necesarias en las escuelas, donde la pandemia “sirvió para poder trabajar de manera más tranquila y holgada, ya que obviamente al tener las escuelas paradas los reclamos disminuyeron porque tiene un desgaste distinto al de una escuela abierta. Así que se hizo mucho trabajo de mantenimiento y un relevamiento de las cañerías de gas, del cual salió un plan de trabajo que va a ser solventado por la Provincia a través del Municipio”.
Y concluyó con las vistas a futuro: “Desde el Consejo ya preparamos todo un programa de limpieza de tanques a partir de febrero, para estar preparados al momento que inicie el ciclo lectivo, sea marzo, abril, mayo o junio, porque es aventurado decir una fecha”. “Hacemos un balance donde más allá de que las escuelas estén cerradas, se han logrado cosas que ya van a servir más adelante”, culminó.
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