La Cooperativa Eléctrica y de Tecnificación Agropecuaria Parada Robles – Arroyo de la Cruz, al igual que la mayoría de las distribuidoras del servicio eléctrico, está preocupada por el agravamiento de sus situaciones económicas y financieras.
La Federación de Cooperativas de Electricidad y Servicios Públicos de la Provincia de Buenos Aires (Fedecoba), indicó que las entidades distribuidoras de servicio eléctrico asociadas que la conforman, se encuentran preocupadas por el creciente agravamiento de la situación económica y financiera, y advierten una situación crítica del sector.
Ante el complicado contexto que están padeciendo las cooperativas eléctricas, El Lugareño dialogó con Omar Palavecino, presidente de Cepral. “La realidad es que la situación que estamos viviendo todas las cooperativas es más que crítica. Los subsidios otorgados son insuficientes en comparación con la inflación que impacta fuertemente en los costos”, señaló.
“Las tarifas reguladas que recibimos por parte del Estado provincial son por debajo de los costos propios de la prestación del servicio eléctrico, ya sea materiales, mano de obra, insumos, combustibles, entre otros. Así es imposible sostener la calidad de un servicio comunitario esencial”, afirmó Palavecino.
Fedecoba indica que las cooperativas eléctricas “están altamente endeudadas y próximas a entrar en cesación de pagos, lo cual no sólo perjudicará al comercio sino, aún peor, va a resentir las inversiones, el empleo e incluso los servicios por falta de fondos”.
El sector cooperativo eléctrico está ante una situación límite que hace suponer, no sólo el quiebre de los cumplimientos de pago, sino una grave crisis a nivel comunitario, ya que las cooperativas son actores insustituibles en la vida social y económica de cientos de pueblos del territorio provincial.
“Es difícil encontrarle una solución a todo esto, debido a que si la inflación viaja en avión y las tarifas a pie, nunca se va a llegar a una resolución. Es un mix que potenció la falta de puesta en valor de lo que representa la energía en la vida de la sociedad”, expresó Palavecino.
“Esta situación nos quita el sueño porque le vemos interés real en encontrar una solución, pero los interlocutores que se designan parecen no tener peso en las decisiones de fondo. Las pérdidas mensuales son devastadoras”, concluyó el presidente de Cepral.
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