Si bien se esperaba que el decreto con el DNU estuviera publicado este viernes, aún se esperan los detalles de las nuevas restricciones.
El Gobierno nacional resolvió finalmente no avanzar con un cierre nocturno obligatorio, como había trascendido, sino que dará facultad a los gobernadores para que decidan si llevan adelante la medida de acuerdo a la situación epidemiológica en cada provincia.
Así, el Presidente decidió entonces no restringir obligatoriamente la actividad de 23 a 6, pero sí dictará un decreto que establece parámetros técnicos que obligarán o facultarán -según las circunstancias- a los mandatarios provinciales a tomar medidas inmediatas frente a un abrupto incremento de los contagios.
Es que los 24 gobernadores avalaron la decisión presidencial de restringir las actividades frente al aumento geométrico de contagiados por el Covid-19, pero la resistencia puntual de Córdoba, Mendoza y ciudad de Buenos Aires respecto a la prohibición de circular de noche, determinó un cambio de estrategia.
Por ejemplo, Horacio Rodríguez Larreta –quien se encuentra aislado tras dar positivo de coronavirus–, está de acuerdo con el cierre de los bares, pero no con el corte definitivo de la circulación nocturna.
Para evitar dar un mensaje dividido, el Presidente aprobó anoche la redacción de un decreto reglamentario que establece parámetros técnicos destinados a establecer la responsabilidad institucional de los gobernadores ante el incremento de los contagios.
Además, está previsto que se limite a 10 asistentes el máximo permitido en reuniones en domicilios particulares (actualmente es de 20) y disminuirá la frecuencia de vuelos desde y hacia el exterior, además de exigirse un test PCR a los residentes que realicen viajes aéreos de cabotaje. Al mismo tiempo, se restringirá el uso del transporte público a los trabajadores esenciales en el horario nocturno.
Se espera que Alberto Fernández junto a su jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y al ministro de Salud, Ginés González García, firmen este viernes un decreto que reglamenta el artículo cuarto del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que estableció la actual etapa de Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (DISPO).
En rigor, el DNU 956 prevé en su artículo cuarto que luego de “la evaluación de riesgo” epidemiológico en los diferentes aglomerados poblacionales, las autoridades provinciales y de CABA “podrán dictar normas reglamentarias para limitar la circulación por horarios o por zonas con el fin de evitar situaciones que puedan favorecer la propagación del virus” covid-19 durante 14 días.
Esto es lo que se reglamentará ahora de acuerdo a los consensos alcanzados con todos los mandatarios provinciales y el Jefe de Gobierno porteño. Según trascendió, las medidas de restricción estarán en formato de recomendaciones y los gobernadores y el Jefe de Gobierno porteño podrán modificar ese lapso de tiempo según la situación epidemiológica que vivan las ciudades y pueblos de sus distritos.
En tal sentido, cada mandatario podrá deshabilitar, ampliar o reducir esa franja horaria según el nivel de contagios y el respeto por el régimen de Distanciamiento Social que todavía está vigente.
Según explicó el portal Infobae, el decreto a la firma del Presidente contempla dos requisitos técnicos diseñados por la cartera de Salud.
Asimismo, las medidas se extenderán por un plazo de 14 días, tiempo que tiene que ver con los cálculos que se deben hacer para evaluar la evolución epidemiológica de cada provincia, zona o ciudad.
Buenos Aires
Tal como adelantó DIB, en la provincia de Buenos Aires se espera el DNU para adaptar sus disposiciones al sistema de fases vigentes. La norma nacional contendrá indicadores sanitarios que se usarán para facilitar ese proceso, aunque parece claro que la restricción nocturna no regirá en los municipios en fase 5 –poco- y sí en el resto, la mayoría.
En ese marco, se abrió una negociación con intendentes de la Costa que no quieren que las nuevas restricciones les echen a perder lo poco de temporada que habían podido implementar.
El ministro que lleva esa conversación es Augusto Costa, quien recibió objeciones de intendentes de la oposición, como el pinamarense Martín Yeza o el marplatense Guillermo Montenegro, pero también de alcaldes del Frente de Todos, como Gustavo Barrera, que las hizo públicas. Todos quieren algo parecido: limitar el alcance de las restricciones para no afectar la temporada. Hay propuesta de que la vigencia horaria sea menor y otras que apuntan a mantener al menos el sector gastronómico abierto.
Esto último también pidió el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, en diálogo con DIB. “Estoy de acuerdo en cerrar a la noche, porque va a ser más fácil controlar las fiestas y en general la actividad de los chicos, pero la gastronomía se puede dejar funcionando, porque ahí va gente más grande, que se cuida”. El tono es compartido por otros jefes comunales del Conurbano, tanto oficialistas como opositores, aunque por ahora pocos fijaron postura pública al respecto.
Por su parte, Juntos por el Cambio difundió un comunicado con duras críticas a la medida oficial que catalogó como “toque de queda”. En el texto, que tituló “La restricción de libertades no puede ser la única respuesta a la crisis sanitaria”, exigió el involucramiento del Congreso para avanzar con las nuevas medidas. Cerca de Rodríguez Larreta señalaron que no participó del armado del comunicado. (DIB)
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