Desde la organización se hicieron eco del pedido al presidente Milei y sus funcionarios, para que millones de kilos de comida sean entregados a merenderos y comedores. “El hambre no espera y es un crimen. Con la comida no se jode”, lanzaron.
Una gran polémica se desató al conocerse que el Gobierno nacional comandado por Javier Milei tiene 5 mil toneladas de alimentos almacenadas en galpones, las cuales debían ser destinadas a merenderos y comedores.
Según explican, habían sido obtenidos en la gestión anterior, y no se entregaron a porque las auditorías que realizó la ministra de Capital Humano, Sandra Petovello, identificó irregularidades en el funcionamiento de los establecimientos.
Esto generó acusaciones y protestas, como la de organizaciones sociales que marcharon frente a uno de los galpones donde se encuentran acumulados miles de kilos de alimentos, para reclamar que se haga entrega de los bolsones retenidos que fueron obtenidos durante el gobierno de Alberto Fernández.
Incluso, la Justicia intervino iniciando un proceso colectivo contra el Gobierno de Javier Milei. El juez en lo contencioso administrativo federal, Walter Lara Correa, fue el encargado de abrir un período para convocar a personas, asociaciones u organizaciones “que pudieran tener un interés en el resultado del litigio” y le pidió al Poder Ejecutivo que informe sobre la ejecución de los programas de alimentos.
En este marco, el distrito no se quedó afuera de las críticas y el pedido a la Nación. La Cámpora Exaltación se sumó a sus representantes nacionales y lanzó “el hambre no espera y es un crimen. Con la comida no se jode”.
Asimismo, se hizo eco del comunicado que se presentó en todo el país, que asegura que “5 millones de kilos de comida se están pudriendo en los depósitos del Ministerio de Capital Humano de la Nación, en la misma Argentina donde la pobreza y la crisis económica se agudizan día a día”.
Y acusa: “No hay un solo argumento que valide la decisión de Milei, Caputo y Pettovello de encanutarse la comida que debería ser destinada a los millones de argentinos y argentinas que hoy están sufriendo las consecuencias de sus políticas de ajuste y crueldad”.
Por otra parte, hicieron referencia a una frase de Javier Milei que señaló: “Si la gente no llegara a fin de mes se estaría muriendo en la calle”. Ante esto, indicaron que se trata de “una muestra evidente de su deshumanización absoluta”.
“Primero vino la decisión de recortar en los sectores más vulnerados y luego se montó un espectáculo mediático de acusaciones contra organizaciones sociales para legitimar el ataque. El argumento es insostenible: de ser cierta alguna irregularidad, ¿qué le impediría al gobierno entregar alimentos a los otros comedores que funcionan en todos los barrios del país? La operatoria falaz es la misma que con el recorte a las universidades: primero la motosierra, luego la campaña de difamación para justificarla”, continuaron. Y agregaron: “Esta vez se atrevieron a ir más allá, imponiendo una dosis de crueldad jamás vista, naturalizando lo intolerable: que el Estado no asista el hambre de los más vulnerables. Ningún gobierno se atrevió a tanto”.
Finalmente, expusieron: “Evidentemente, Milei, Caputo, Bullrich y el flamante pero reincidente ministro Sturzenegger vienen a repetir recetas que ya fracasaron, con despidos, tarifazos, desempleo y pobreza que se traduce en familias argentinas pasando hambre, en las largas filas de los comedores, en los pibes que van a la escuela sin comer, en las compañeras que están haciendo hasta lo imposible para seguir parando la olla”.
Y cerraron: “Reafirmamos que, ante la ausencia del Estado, la solidaridad aflora y el compromiso militante también. Y a pesar de las campañas de deslegitimación, las organizaciones políticas y sociales hacemos y seguiremos haciendo lo imposible para garantizar el plato de comida a nuestros compatriotas en cada rincón del país que esté a nuestro alcance. El rumbo de este gobierno es evidente: miseria, indiferencia y crueldad para los que menos tienen, regalías y concesiones para los que siempre ganan. Le exigimos al gobierno nacional, y a cada uno de los responsables, que den la cara y entreguen los alimentos caprichosamente retenidos. El hambre de hoy no se compensa en el futuro. El daño a los pibes y las pibas que hoy no están comiendo es irreparable”.
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