Tras regresar del hospital a su hogar con el alta de los pequeños, Nicolás Méndez y Belén Varela se encontraron con que un incendio los había despojado de su casa y todas sus pertenencias. Una vez más, el espíritu solidario de la comunidad estuvo de su lado.
Toda la comunidad de Exaltación de la Cruz había celebrado la noticia de que los pequeños gemelos de Capilla del Señor, Milo y Jano, habían conseguido el alta médica luego de recibir su trasplante de médula ósea para combatir el síndrome de Wiskott Aldrich, una enfermedad que debilita el sistema inmunitario y produce infecciones.
Sin embargo, un nuevo escollo se presentó para la familia de Nicolás Méndez y Belén Varela, que al regresar a su hogar luego de varios meses de lucha por la salud de sus hijos, se encontraron con que un incendio les había arrebatado todas sus pertenencias.
“Más allá de agradecer por el apoyo por los nenes y su trasplante, queríamos contarles que nos enteramos que hace dos meses, mientras estábamos con los nenes internados, se prendió fuego nuestra casa y perdimos todo”, contó Varela.
Asimismo, explicó que “no nos quedó nada, y nuestra familia en ese momento guardó silencio para que pongamos todas nuestras buenas energías y no pensemos en nada malo. Entonces recién nos enteramos ahora”.
De esta manera, cuando todo parecía alegría por concluir la batalla de más de un año contra la enfermedad de los gemelos, los jóvenes padres de Milo y Jano vuelven a encontrarse en una difícil situación. “Habíamos dejado una casa acondicionada y preparada para el trasplante de los nenes, porque se piden cosas puntuales como que no haya humedad, aire acondicionado porque íbamos a volver en verano, y nosotros con mucho sacrificio teníamos casa propia, que la hicimos cuando estaban por venir Milo y Jano, y la terminamos de acondicionar debido a su enfermedad con mucho trabajo, logrando dejar la casa que ellos necesitaban”, señalaron con lágrimas en sus ojos.
Y agregaron: “Fuimos comprando cosas para poder llevarlos al lugar que necesitan. En mayo nos fuimos en la ambulancia sabiendo que cuando volviéramos nuestra casa iba a estar súper equipada y preparada para lo que ellos necesitaban. De golpe se prendió fuego, se incendió todo, y lo que teníamos a raíz de una vida de sacrificio, lo perdimos todo”.
Sin embargo, se trata de una nueva prueba por la cual se da a conocer el espíritu solidario de la comunidad de Exaltación, y así lo ve la propia familia. “Es un dolor enorme, pero siempre le vemos el lado positivo y es que vamos a poder volver a esa casa. Porque nos cuentan que cuando pasó esto, el Municipio llamó a la Provincia y están reponiendo daños y tratando de dejar la casa para que, si Dios quiere, en enero podamos volver. La casa se levantó de cero otra vez, y agradecemos el respeto de todos los vecinos que callaron para que nos enfoquemos en Milo y Jano”, manifestaron. Además, agradecieron al intendente Diego Nanni, la secretaria de Gobierno María Luz Bozzani, el Cuerpo de Bomberos, y “a toda la gente que está trabajando para que nosotros podamos volver con los nenes a la casa que teníamos. Perdimos todo, pero gracias a toda esta gente increíble se va a recuperar”, cerraron.
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