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“La Fusta es amistad, tradición, estar al servicio de la gente”

El mítico bar de Capilla del Señor cumplió 40 años al mando de la familia Curone y fue homenajeada por su trabajo. Javier, el propietario, destacó que La Fusta será siempre un lugar de encuentro.

En febrero de 1964 la familia Lareau decidió comenzar con un café en un punto estratégico de Capilla del Señor y en 1980 Luis Curone compró el fondo de comercio de La Fusta, uno de los lugares más emblemáticos del distrito y, al día de hoy, la familia Curone de la mano de Javier, hijo de Luis, manejan el lugar manteniendo siempre las raíces intactas.

Hace poco se cumplieron 40 años desde que los Curone decidieron comprar aquel local que se ubica en Mitre y Casco, pero la esencia aún es la misma. “La verdad lo recibimos bien, fue un lindo momento para nosotros, un reconocimiento que para nosotros es un mimo de parte del Municipio, de la gente del pueblo, se acercaron familiares, amigos. Es muy emotivo, es una vida, tenía 20 años”, dijo Javier Curone a El Lugareño.

Javier destacó que en estos 40 años lo que predomina es el orgullo de haber podido continuar con el proyecto de su padre y la felicidad por el reconocimiento que siempre ha tenido por parte del pueblo.

En este año que sin dudas ha sido sumamente difícil para los gastronómicos, La Fusta sigue en pie, manteniendo su calidad y calidez para con los comensales. “Siempre agradezco que puedo seguir, muchos han quedado en el camino y soy un afortunado. Sobrevivimos a todo esto, estamos contentos de poder seguir, me acompañan mis hijas, mi esposa, que es sumamente importante para poder seguir con este trabajo que dura tantas horas”, dijo.

Con 40 años de trayectoria en el rubro La Fusta nunca ha perdido sus rasgos característicos y allí la hospitalidad, la hermandad, la familia, la amistad y el disfrute son grandes estandartes: “preservamos las tradiciones, somos unos convencidos de conservarlas, de seguir como siempre fue La Fusta, hubo cosas que fueron cambiando porque todo evoluciona. No teníamos comida, hoy sí. El pueblo creció y el pueblo nos fue llevando, el turismo nos cambió. Pero la tradición, si bien ahora no se puede, con una guitarreada, así espontáneo. Eso lo intentamos cuidar, que haya fotos viejas para recordar lugares, personas”.

“Vamos a seguir haciendo todo lo que se pueda, siempre intentando que la gente que pase por La Fusta coma bien, se sienta bien, porque atendemos personalizado, le damos un trato familiar. Somos así, La Fusta es un lugar de encuentro, que si se necesita algo intentaremos ayudar, La Fusta es amistad, tradición, estar al servicio de la gente”, cerró Javier Curone.

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