Los locales solo tienen permitido funcionar con delivery y take a way. Rodrigo Beretta destacó que hay muchos que están a punto de cerrar sus puertas y que otros han perdido empleados. “La situación es caótica”, lamentó.
Hace varias semanas que los locales gastronómicos luchan para poder salir adelante en medio de la crisis económica y las restricciones que les han impedido poder funcionar con clientes dentro de los locales y, si bien se permite el delivery o take away, la recaudación que esto deja no alcanza para poder subsistir.
Quien dialogó con El Lugareño respecto de cómo se encuentra el sector en estos momentos fue Rodrigo Beretta, de Julien’s. “Actualmente está empeorando la situación, lamentablemente hay locales a punto de cerrar como habíamos previsto, gente que ha perdido su trabajo. La situación es caótica porque el número de contagios no baja y sabemos que va a ser de largo plazo esto de estar cerrados”, indicó Beretta a nuestro medio.
Estas semanas de cierre a él personalmente lo han afectado ya que solamente abre durante la noche. “En mi caso personal fue muy malo, no abro durante el día sino solamente por la noche, con delivery y take a way y el resultado fue de un 20 por ciento de facturación de una época normal. No hablo ni de época de pandemia, sino que fue de un 20 por ciento de la pandemia anterior, que ya habíamos reducido bastante. La experiencia fue muy mala y los números están muy en rojo”, comentó.
Es que a diferencia de lo que muchos creen el poder trabajar con modalidades de entrega a domicilio o retiro en el local no es tan beneficioso debido a que el número de clientes es considerablemente menor a que si el lugar estuviese abierto al público pero los gastos equivalen a un restaurante abierto en su totalidad: “nosotros los gastronómicos necesitamos los hornos, cocinas y freidoras prendidas como si estuviese abierto, no podemos prender a demanda porque toman cierta cantidad de tiempo que tomen temperatura entonces el gasto de gas es el mismo, el de luz es casi igual. Los gastos son exactamente los mismos que si fuese apertura normal de salón pero los ingresos son mínimos y ahí está el problema. Tenemos los mismos gastos, la misma cantidad de personal pero con ingresos que no los llegan a cubrir”.
Beretta lamentó que en su caso ha tenido que atrasarse con el pago de sus boletas de gas y electricidad, mientras que otros gastronómicos tuvieron que “dejar de pagar impuestos municipales, provinciales y aportes previsionales del personal para poder volcar lo poco que ingresa en los sueldos”.
“El intendente ha tenido buena voluntad, tuvimos tres reuniones y planteábamos poder abrir con un 30 por ciento, con distanciamiento pero no fue posible porque las directivas vienen a nivel nacional. El estado municipal está atado de pies y manos”, expuso.
Asimismo hizo hincapié en que “los gastronómicos muy pocos en Exaltación hemos tenido contagios, prácticamente ninguno” por lo que “no creemos que seamos un foco de contagios pero debemos lamentablemente adecuados a lo que manda el estado nacional”. “Hay locales cerrados, que técnicamente están liquidando mercadería, vendiendo y cerrando. En esto colabora también que muchos se volcaron a cocinar y vender desde las casas a precios menores porque los gastos son menores. No renegamos de ellos, porque buscan su dinero para subsistir pero lamentablemente, el panorama es muy oscuro a futuro y creemos que no serán pocos los locales que estén cerrando en el corto plazo”, cerró Rodrigo Beretta.
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