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Pequeños guerreros: Jano ya recibió su trasplante y la próxima semana será el turno de Milo

Tras una larga espera, campañas de donación y las complicaciones por la pandemia, los gemelos de Capilla del Señor se preparan para el tramo final. Uno de los pequeños ya fue intervenido, y esperan por su hermano para volver a casa.

Los pequeños guerreros de Capilla del Señor se encuentran cada vez más cerca de ganar la batalla y volver a sus casas, y es que el largo camino de Milo y Jano en la búsqueda de un trasplante que les permitiera vivir una mejor vida está pronto a tener un final feliz.

Y es que más allá de las complicaciones en término de plazos que había ocasionado la pandemia de coronavirus, finalmente comenzaron a desaparecer, cuando el primero de los gemelos exaltacrucences, Jano, completara su tratamiento al recibir su trasplante de médula la semana pasada.

“Nuestro Jani recibió su trasplante de médula ósea de un donante no relacionado de INCUCAI. No tenés que tener un hijo para dar vida. Podés ser donante de médula y de órganos. Hoy una persona desconocida le regaló vida a Jano, como el papá y como yo. No me caben en el alma las palabras de agradecimiento. Hoy es el día cero, le queda muchísimo para batallar a mi bebé y a los médicos. Esperamos y pediremos para que su médula prenda y lo acompañe sana el resto de su vida”, señaló su madre Belén Varela.

Asimismo, ahora resta esperar por la intervención de Milo, el otro de los hermanos, que luego de encarar una dura preparación, espera su trasplante para la próxima semana. En ese sentido, la madre de los pequeños expuso que ha sido quien cargó con más complicaciones en este camino, tardando cinco meses en acondicionarse para poder recibir la médula.

Ilusionados por la posibilidad de poner fin a la lucha, tanto la madre de los pequeños, como su padre Nicolás Méndez, expresaron: “Tantas veces les prometimos después de cada procedimiento ya se va a terminar hijo, ya pasa, ya vamos a volver a la casita donde está Olivia (su perra), y ahí sus ojos volaban hasta ahí llenándose de nostalgia y felicidad. Pero esta vez es verdad, su próxima alta será de verdad la última”.

Más de un año de obstáculos

Cabe recordar que la necesidad de un trasplante de médula ósea para Milo y Jano es la consecuencia de padecer el síndrome de Wiskott Aldrich, una enfermedad poco habitual que debilita el sistema inmunitario y produce infecciones o sangrados recurrentes.

La familia Méndez lucha contra la enfermedad de los pequeños desde hace más de un año, cuando a principios de julio de 2019 y con apenas seis meses de vida, los pequeños fueron diagnosticados. Allí, ante la necesidad de obtener un donante compatible para mejorar la calidad de vida de sus hijos, comenzaron con una fuerte campaña de donación que llegó a todo el país. Pero a pesar de recibir buenas noticias y haber encontrado un donante a principios de este año, la pandemia complicó el panorama y las intervenciones pautadas para el mes de abril se fueron posponiendo en el tiempo.

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