Marcos Irigoyen envió una solicitud al Intendente para que, por lo menos durante tres horas, quienes lo deseen puedan acercarse a rezar, dejar flores, hablar o permanecer unos minutos con sus familiares.
La pandemia ha afectado las formas no solo de abastecernos de alimentos, artículos de higiene u otras necesidades, sino también de relacionarnos con nuestros seres queridos. En tiempos de aislamiento, los acercamientos con familiares y amigos son a través de video llamadas, mensajes, o llamadas telefónicas.
Sin embargo, para quienes han perdido a sus seres queridos no hay formas de acercarse, de rendir tributo, ni siquiera en fechas que pueden resultar muy significativas para quienes están en esta situación.
Marcos Irigoyen dialogó con El Lugareño sobre su pedido al intendente Diego Nanni para que por algunas horas pudiesen abrir el cementerio local ayudando a que quienes aún lo deseen y lo tengan como forma de tener presente a quienes ya no están, pueda acercarse. “Mi mamá falleció en agosto del año pasado, una enfermera de muchos años de Capilla, mi papá tuvo muchos años negocio, tengo toda mi familia. Muchos familiares en el cementerio, le consulté a mi hija pero me dijo que el cementerio está cerrado, se abre solo para los servicios”, dijo Irigoyen en diálogo con este medio.
Para él podría abrirse aunque sea dos veces por semana, por tres horas, siempre respetando las medidas de seguridad e higiene necesarias para que él y quienes lo deseen, puedan estar junto a sus seres queridos. Además, contó que hace tiempo que se viene perdiendo la cultura de acercarse al cementerio por lo que no habría gran caudal de personas pero sí sería de suma importancia para quienes aún conservan la tradición: “no hay tanta cultura como antes, que en días importantes se llenaba. Hoy es imposible encontrarse con otra persona, no hay gran aglomeración de gente. Dejarlo abierto un par de horas por la tarde, sería lindo para que podamos rezar, hacer el mantenimiento de los monumentos”.
“Un par de horas no le haría mal a nadie, pueden poner alguien que controle”, añadió y especificó que es importante que se pueda tener el acercamiento a los seres queridos que ya no están sobre todo en estos tiempos donde se extraña, quizás, con más fuerzas. “El 25 de mayo fue el cumpleaños de mi mamá, el 29 de mayo fue el día que falleció mi papá, hubiese querido ir. Tenemos fechas significativas que te pegan justo, sobre todo en estos tiempos. Es respetable a quienes no les pasa, pero también a quienes sí”, explicó.
“Debe haber alguien cuidando, entiendo la importancia de la salud. Me parece que todos tomamos la responsabilidad de lo que se debe hacer y lo que no, los descolocados son los menos. Dejar la puerta abierta, respetando los protocolos, es algo que se puede hacer”, cerró Marcos Irigoyen.
Sé el primero en comentar