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La familia, su rol en el desarrollo social

Por Guillermo Pellegrini – Maestro Normal – Lic. en Ciencia Política

La familia es la estructura para la creación de la riqueza y del capital humano de calidad que permite avanzar hacia el desarrollo económico de los países.

El entorno de un niño influye decididamente en la creación del recurso humano del futuro, el rol de la familia es esencial para el desarrollo económico, junto con la educación. La familia y los agentes socializadores ejercen su influencia en el desarrollo de la personalidad desde la lactancia, la edad temprana, la edad preescolar, la edad escolar, la adolescencia, la juventud y la adultez. Cada período es sensible de recibir la influencia de la familia y la educación y el papel de la riqueza estimulante del entorno, de la sociedad en la que se vive y los grupos en los cuales actúa o con los que se relaciona. “El destino de cada joven será de acuerdo al grupo al cual pertenece” Meyer-Nimkoff (Univ. de Bucknell).

Numerosos estudios muestran la superioridad social de la familia tradicional, y más en concreto del matrimonio bien consolidado frente a las demás formas de vivir y tener descendencia. Desde distintos ángulos se muestra que el matrimonio da los mejores resultados en los distintos indicadores de desarrollo humano, tanto para los adultos como para los niños, bienestar material, rendimiento laboral, salud física y psíquica,  estabilidad emocional, rendimiento escolar, menor tasa de alcoholismo y drogadicción.

Las conclusiones ponen en relieve, que los beneficios que el matrimonio aporta a la familia y a la sociedad, justifica que sea tratado como una opción social  preferente. La familia es el puente que integra  al niño al mundo y a través de  pautas y reglas le enseña para que se adapte a las necesidades de la sociedad.

En cambio el divorcio aumenta la pobreza y el deterioro social, hay estudios que analizan el impacto económico de las rupturas familiares, los deterioros, las desavenencias y lo traumático de todo el proceso.

En este sentido los hijos de matrimonios consolidados, de buen ambiente familiar, tienen mejor formación escolar y los resultados académicos también son mejores y en su mayoría mejoran cuando el entorno es estable y no existen conflictos importantes. En muchos lugares se considera conveniente el divorcio cuando del otro lado existe una persona con fuerte incompatibilidad y marcada tendencia a vicios y violencias, que pongan en peligro al niño o la pareja. No obstante y por sobre todo es un tema controvertido y delicado y el universo estadístico nos da tendencias generales, aproximaciones más allá de valorizar cada uno de los casos. Lo que nos ocupa es el desarrollo social y sus distintos elementos y escenarios.

Los hijos de parejas divorciadas afirman tener malas relaciones con el padre o con la madre en general. En el matrimonio convencional todavía se ve en América Latina, España e Italia que el grupo familiar con cohesión opera como amortiguador de los embates, cuida los hijos, suele proteger a los abuelos y a los nietos, se esmeran en estar juntos, no hay tanta disgregación.

Seguiremos observando en las desigualdades sociales, las distintas funciones de las familias, tirando del carro de un país y actuando de amortiguador social.

Estamos viviendo en una sociedad con un tembladeral o con pies de barro, son las crisis las que nos han devuelto a una realidad para la que no estábamos preparados, nos invade la incertidumbre. Entonces rescatemos lo que sirve, la familia como motor del desarrollo, institución base desde el imperio romano.

La familia en la antigua Roma tenía ante todo un marcado carácter sagrado. Era una importante institución considerada como uno de los pilares básicos de la sociedad,…”ya que nuestros jóvenes solo son el fiel reflejo de lo que sucede”… somos los mayores desde la familia los que tenemos que asumir nuestros errores desde abajo con humildad y mucho tesón. La nueva familia inaugura una disciplina que no siempre se sabe cultivar, la del diálogo es desde el punto de vista antropológico y social comunicación, es la expansión de la conciencia del encuentro, es crecimiento, crece uno junto con el otro y eso nos permite estar juntos, pero sobretodo estar unidos.

La familia debe ser un lugar de paz, con este valor y escudo construimos diálogo, comprensión y consenso que sirve para afrontar las contingencias y el día a día en una sociedad compleja.

“Cada ser humano lleva en sí mismo un hombre ideal, lo mismo que cada trozo de mármol contiene en bruto una estatua” José Martí. El mazo y el cincel, la familia y la educación, son el camino…

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