El paro general convocado por la CGT desató una ola de críticas por parte del oficialismo y figuras políticas aliadas, quienes lo tildaron de «fracaso» y cuestionaron su alcance. Desde el presidente Javier Milei hasta la ministra Patricia Bullrich, se expresaron en contra.
El paro general convocado por la CGT fue objeto de duras críticas por parte del oficialismo y figuras políticas aliadas, quienes lo catalogaron como un «fracaso» y cuestionaron su nivel de adhesión.
El presidente Javier Milei fue uno de los primeros en manifestarse en contra de la medida, publicando en su cuenta de X: «Yo no paro».
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, instó a la población a «dejar de joder y trabajar», destacando que las fuerzas federales estarían disponibles para evitar bloqueos o cortes de calles.
Asimismo, Bullrich protagonizó un incidente viral en redes sociales al intentar viajar en colectivo sin saldo en su tarjeta SUBE, recibiendo críticas y bromas por la situación.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, calificó el paro como «un atentado contra el bolsillo y la voluntad de la gente», atribuyendo la medida a «personajes que cercenaron el progreso de los argentinos durante los últimos 25 años».
Por su parte, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, criticó a los líderes sindicales como «profetas de la decadencia» que solo obstaculizan el progreso.
El jefe del bloque de diputados nacionales del PRO, Cristian Ritondo, también calificó el paro como «un fracaso», señalando a los líderes sindicales como «cómplices» del anterior gobierno. Estas críticas reflejan la división y el descontento dentro del espectro político argentino en torno a las medidas de protesta sindical.
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