Se postergaron para el próximo domingo 5 de noviembre, donde habrá juegos, cine de terror y muchas más sorpresas. Los festejos en Parada Robles se trasladaron al Centro Cultural.
Por las lluvias que azotan a Exaltación de la Cruz en las últimas horas, el Municipio anunció la suspensión de dos de los tres festejos de Halloween que se iban a llevar adelante en el distrito. Tanto en Capilla del Señor como en Los Cardales, lamentablemente, decidieron postergar el evento, mientras que en Parada Robles se desarrolló en el Centro Cultural.
Desde las 17:30, los niños y niñas de la localidad pudieron acercarse con su disfraz a disfrutar de diversas actividades recreativas, juegos, cine de terror y muchas sorpresas más en el Centro Cultural.
Por otro lado, si el tiempo lo permite, la celebración en Capilla del Señor y Los Cardales se pasará al próximo domingo 5 de noviembre.
Para la comunidad capillense, las actividades se realizarán en la plaza San Martín desde las 15. Mientras que, el Parque Cultural albergará los festejos para el pueblo cardalero, a partir de las 16. La participación es libre y gratuita, y ofrece una merienda para cada niño.
Un poco de historia
Los orígenes de la tradición de disfrazarse en Halloween, se remontan a más de 2 mil años atrás. Los historiadores sugieren que esta costumbre proviene del antiguo festival celta pagano de Samhain, que marcaba la transición del verano al inicio de la “mitad más oscura” del año en las Islas Británicas.
Se creía que, durante esta festividad, el mundo de los dioses se volvía visible para los humanos, lo que daba lugar a fenómenos sobrenaturales. Algunas personas ofrecían golosinas y comida a los dioses, mientras que otras se disfrazaban con pieles y cabezas de animales para confundir a los espíritus que vagaban, haciéndoles creer que eran uno de ellos.
Halloween fue introducida en los Estados Unidos por los inmigrantes irlandeses, que celebraban el All Hallow’s Eve (Víspera de las reliquias), el día previo a la celebración católica del Día de Todos los Santos que tiene lugar el 1 de noviembre.
Los antiguos pueblos celtas solían realizar una gran ceremonia a fines de octubre para conmemorar el final de la cosecha. El año céltico concluía el 31 de octubre, en el otoño, época que para ellos significaba el fin de la muerte o iniciación de una nueva vida. Esta enseñanza se propagó a través de los años de generación en generación.
La costumbre era dejar comida y dulces afuera de sus casas en manera de ofrenda. Por otro lado, era común encender velas para ayudar a las almas de los muertos a encontrar el camino hacia la luz y descanso junto a Lugh.
El 31 de octubre por la noche, en los países de cultura anglosajona o de herencia celta, se celebra la víspera de la fiesta de Todos los Santos, con toda una escenografía para recordar a los ancestros.







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