Mientras la crisis en los trenes se agrava, la comunidad de Exaltación se ve afectada por la falta de servicios. En este caso, a los problemas operativos del sistema ferroviario se le sumó el conflicto por incumplimiento de acuerdos salariales.
La llegada de la administración nacional generó un cambio rotundo en la situación de los ferrocarriles. Las obras se detuvieron por completo, y la inversión para atacar el desgaste del sistema es nula. De esta manera, las consecuencias comienzan a verse en los servicios y afectando a los usuarios.
Esta semana, un claro ejemplo de la actualidad de este transporte tuvo como protagonistas a los servicios diésel de la línea Mitre, los cuales se encuentran en una situación muy delicada. El ramal Victoria-Capilla del Señor ya traía problemas al llegar solamente hasta la estación de Los Cardales, debido a que el tramo entre esa parada y la cabecera corresponde al paquete de obras paralizadas. No obstante, para echar más leña al fuego, ahora el ramal se encuentra totalmente suspendido hasta nuevo aviso, y ni siquiera los cardaleros podrán contar con esta alternativa para viajar.
Este escenario se da en el marco de un conflicto con los trabajadores de la Unión Ferroviaria, por incumplimiento de acuerdos salariales por parte de Trenes Argentinos. Inicialmente, la empresa comunicó la suspensión como debida a problemas operativos, una explicación genérica utilizada para intentar justificar la degradación continua del sistema ferroviario sin precisar motivos.
Es que la situación se da en un contexto de deterioro general, que afecta de forma más aguda a la línea Mitre. El desinterés de las autoridades por poner en valor los servicios se da en el marco de una virtual intervención del Ministerio de Economía, que sólo busca reducir los gastos de las empresas ferroviarias sin tener entre las consideraciones la mejora o la continuidad siquiera del servicio.
En este sentido, todos los trabajos y obras en curso o proyectadas se encuentran paralizados, incluso los proyectos con financiamiento internacional. Las 50 triplas adjudicadas a China el año pasado podrían presentar un gran alivio para situaciones como la que atraviesan en este momento los servicios diésel. No obstante, esta compra, como cualquier otra obra, adquisición o licitación, está completamente suspendida.
Mientras tanto, los servicios continúan degradándose sin ninguna perspectiva de solución. De hecho, la misma línea Mitre atraviesa una aguda escasez de locomotoras en condiciones de prestar servicio, lo que impide el cumplimiento de la oferta establecida.
Esto se debe a la falta de repuestos en talleres propios de Trenes Argentinos Operaciones (SOFSE) y a reparaciones demoradas, ya que la actual gestión en general interrumpió cualquier erogación presupuestaria, incluso aquellas vinculadas con trabajos críticos para la mejora o continuidad de los servicios, como la compra de repuestos o la tercerización de trabajos de mantenimiento, solución a la que recurrió a menudo la gestión anterior.
También es límite la situación del combustible, ya que la provisión de gasoil es mínima, irregular, y compromete en todo caso cualquier previsibilidad de los servicios. El material rodante, por su parte, se encuentra en una similar situación de escasez y no hay perspectivas de que ingresen nuevos coches en el corto o mediano plazo.
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