El restaurante funciona desde 2006 en Capilla y se ha hecho su clientela fiel. Portillo destaca que si bien el panorama no es alentador ellos lucharán hasta el final para salir adelante. Esperan poder tener el salón funcionando pronto.
El sector gastronómico continúa luchando día a día luego de que la pandemia del coronavirus cambiara la normalidad como la conocíamos. Con el Covid19 los restaurantes y bares tuvieron que cerrar sus puertas durante meses.
Si bien había comenzado a recibir a sus clientes nuevamente, con protocolos estrictos, lamentablemente las restricciones horarias siguen complicando a los gastronómicos.
“La verdad estamos muy golpeados, está muy bravo, muy complicado. Sin el salón, sin trabajar, sin la circulación de la gente de Capilla que es muy turístico, no tenemos la afluencia de público, así que la verdad es que estamos bastantes golpeados”, explicó en diálogo con El Lugareño Mauricio Portillo, desde el restaurante Los Naranjos.
Para muchos incluso este tipo de dificultades económicas ha significado el tener que reducir el personal: “El salón al no poder recibir clientes, el personal del salón no es requerido. Nos quedamos con el personal de cocina y el del salón en este momento no tiene trabajo, que es la mitad del personal fijo”.
Respecto de la modalidad de delivery, Portillo destacó que “la facturación real del delivery es entre un 15 y 20 por ciento” y que con los aumentos, las cosas no se han vuelto nada fáciles. “Hubo muchos aumentos en el último tiempo. Además, competimos con personas que no tienen local y tienen otros costos”, comentó.
Con la incertidumbre de qué ocurrirá en las próximas semanas, siendo que los casos positivos de coronavirus aún están en alza, Portillo afirmó que no hay demasiadas esperanzas. “Lamentablemente el panorama no es bueno, vemos que los casos no bajan y que será para largo. Ojalá bajen pronto y podamos abrir porque necesitamos trabajar. Es el único ingreso que tenemos en casa”, dijo.
Por otro lado destacó que en todo momento mantienen una conversación fluida con el intendente Diego Nanni sobre la situación pero que hasta que no haya novedades a nivel nacional poco se sabrá sobre el futuro de los gastronómicos en el distrito. “Todo el tiempo tenemos nexo con él, directo. Nos reunimos. Debemos esperar a ver qué dice el presidente, porque el tema es que cada una semana, o dos, se cambian las reglas del juego y si desde Nación dicen que no podemos abrir, él no puede hacer nada contra eso”, se lamentó.
Finalmente, consultado por si como otros gastronómicos teme que deba cerrar sus puertas, afirmó que no planea hacerlo. “Te soy sincero, no vamos a cerrar, hay que pelearla. Nos endeudaremos, la pilotearemos. Estamos abiertos desde 2006 y tenemos nuestra clientela, también el problema es el panorama de la economía y ojalá cuando pase todo esto, se reactive pero nosotros, no cerraremos, lucharemos hasta último momento. La clientela nos apoya”, cerró Mauricio Portillo.
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